martes, 19 de mayo de 2009

PREJUICIOS: ¿dónde están?




Inicio reconociendo que enfrentarme a la identificación de los prejuicios que se encuentran distribuidos en toda serie de documentos que día a día leo, no ha sido la mejor experiencia que he tenido. Tuve algunos momentos contradictorias y otros, los más, me han dejado una sensación de confusión y desconcierto sobre saber si el ejercicio realizado cumple el objetivo o no de la actividad propuesta. A esta confusión hace alusión el título “….¿dónde están?” en mí o en lo que leo… Tratare de explicarme
Cuando me propuse iniciar la actividad traté de definir primero varias estrategias para la búsqueda en Internet de las publicaciones nacionales en las que consideré encontraría información apropiada a lo que se me solicitaba: documentos de preferencia educativos para identificar los prejuicios. Así que inicié buscando periódicos de divulgación nacional, revistas, boletines, etcétera. En cada una de mis búsquedas llegaba siempre a aquellas publicaciones que frecuentemente consulto de apoyo en mi trabajo; noticias publicadas en la Jornada, El Economista, Crónica, etcétera; revistas ¿Cómo ves?, boletines de la UNAM, biblioteca de la UNESCO México, etcétera. Como era una condicionante el ser publicación nacional, deje de lado todos aquellos apoyos que utilizo y que son publicados en otras latitudes.
Después de leer y volver a leer artículos y publicaciones me di cuenta que era muy difícil para mí identificar prejuicios en el tipo de documentos consultados. La primera pregunta que me surgió fue: ¿de verdad sé lo que es un prejuicio? Así que me di a la tarea de investigar lo que es un prejuicio, tipos de prejuicios, etcétera. Me encontré con cosas como homofobia, xenofobia, estereotipos, clases sociales, género, niñez, adultos mayores, políticas de estado, migración, latinos, musulmanes, educación, presupuesto, y una serie de temas que la verdad me sorprendieron. Con esta información continué con mi objetivo.
En este segundo momento, trate de hacer más específica mi estrategia: sí ya tengo las publicaciones, ahora a buscar en cada una de ellas qué se dice sobre: homofobia, xenofobia, estereotipos, clases sociales, género, niñez, adultos mayores, políticas de estado, migración, latinos, musulmanes, educación, presupuesto, etcétera. Además en el caso de los periódicos, una vez que identificaba una noticia adecuada, buscaba la misma en otras publicaciones. Surgieron cosas interesantes, me di cuenta que las diferentes publicaciones le imponen su sello particular a las noticias, algunos solo describen los hechos, pero otros dan su opinión y dejan ver su apoyo o no sobre cierto gobierno (local o federal), acción o situación presentada.
Entre las cosas que encontré y que me parecieron muy interesantes fueron datos referentes a la situación que impera en nuestro país sobre la baja proporción de mujeres que ocupan puestos gerenciales y directivos, aún cuando se ha demostrado que éstas tiene habilidades importantes en la planeación y toma de decisiones; el trato inhumano que se le da a los extranjeros en los Estados Unidos, solo por su origen latino, sin antes conocer si son indocumentados o están de manera legal en el país; la discriminación que sufren en diferentes países del mundo los estudiantes de origen musulmán, aún cuando en la actividad académica registran promedios altos de aprovechamiento; la etiqueta que se les da a los integrantes de bandas como personas nocivas a la sociedad y delincuentes a los que hay que marginar, sin conocer claramente sus intensiones como grupo; y tantas otras cuestiones que no es el caso mencionar en este momento.
Volvamos al objetivo de este documento. En este momento tenía tanta información que me era difícil elegir tres artículos, requeridos en la actividad, para realizar el análisis solicitado: identificar los prejuicios, por qué y cómo se manifiestan. Lo que me imposibilito en mayor medida a elegir el escrito, es que en una nueva lectura encontraba una expresión de prejuicio, pero en el mismo desarrollo se mostraba la visión objetiva de cómo el autor sentenciaba o descalificaba ese proceder. Entonces me pregunté ¿el prejuicio esta en el escrito, en lo que yo quiero encontrar bajo el título propuesto? o ¿en lo que yo sé del tema? Creo que en lugar de ayudarme me complicaba.
Creo que el lector se dará cuenta que estaba a punto de perderme en mis propias reflexiones, sin embargo nuevamente leí algunos artículos de mi interés y trate que en el mismo no se dieran las explicaciones objetivas, sino que solo se quedara en la narración de los hechos; así, considero, pude leer entre líneas algunas situaciones de prejuicio: la idea de que el “imperio” siempre lleva las de ganar, la distribución desigual del presupuesto destinado a la educación en los diferentes estados y la noción de que los jóvenes no consideran a los ancianos como gente productiva.
Finalmente, he de reconocer que percibo más prejuicios en mí, que en lo que leo. Tal vez las publicaciones elegidas no fueron las más idóneas, tal vez éstas son objetivas y no realizan juicios previos, o tal vez, debo seguir realizando actividades de este tipo hasta estar segura de que las mismas me permiten identificar claramente los prejuicios inmersos en la información escrita. O tal vez, estoy prejuiciada sobre mi propio análisis.