martes, 19 de mayo de 2009

NIVEL MEDIO SUPERIOR. USO DE LAS TIC´s: entre el querer y el deber




Iniciemos preguntándonos ¿los docentes de nivel medio superior estamos preparados para participar en un proceso enseñanza-aprendizaje mediado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación?, mejor aún ¿los docentes del nivel medio superior queremos prepararnos para participar en un proceso enseñanza-aprendizaje mediado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación?, o tal vez sería mejor preguntarnos ¿los docentes del nivel medio superior debemos prepararnos para participar en un proceso enseñanza-aprendizaje mediado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación? Reflexionemos sobre el estar, querer y deber.



¿Estamos, queremos o debemos?



Los profesionales que hemos decidido dedicarnos a la educación en el nivel medio superior respondemos a perfiles profesiográficos muy variados, desde universitarios con estudios en las diferentes áreas del saber, hasta doctores y especialistas en diversos campos específicos. A lo largo de la historia los docentes de este nivel educativo han respondido a necesidades sociales y políticas educativas que dictan la identidad y papel que se asume en un salón de clase, ya Ramírez Rubio(1) (2008) nos ilustra claramente los diferentes matices de este perfil docente desde el Virreinato hasta nuestra época. Sin embargo algo muy importante que no podemos pasar por alto es que ni todo nuestro conocimiento, ni toda nuestra dedicación o buena voluntad cubre las deficiencias que sobre pedagogía o didáctica tenemos y que en ocasiones nos impide enfrentarnos de mejor manera al gran reto que representa “enseñar”. Aquí pensemos ¿estamos preparados?
Algunos nos damos a la tarea de tomar cursos, actualizarnos y conocer un poco sobre Piaget, Vigotsky o Gardner, y más aun sobre el uso y manejo de las nuevas tecnologías en el ámbito educativo. Pero qué sucede con esa gran porción de colegas que se resisten a esas “nuevas formas de enseñar”, tal vez la mayor preocupación sería ¿qué pasa con sus estudiantes? En este punto entramos a la segunda reflexión ¿queremos prepararnos?
Hace ya poco más de 15 años que el sector educativo ha tenido grandes cambios; muy seguramente a todos nosotros nos es familiar el término “constructivismo”, algunos, los mejor preparados lo viven a diario en su salón de clase, otros se resisten y sus sesiones siguen teniendo un matiz conductista, pero que sucede cuando las nuevas políticas educativas en voz del Sr Koïchiro Matsuura, Director General de la UNESCO, en su discurso del 4 de mayo de 2000, pronunciado en Ginebra, Suiza(2), nos dice que una de las cinco áreas de mayor prioridad para este organismo es conformar “la sociedad global de la información”, identificando a las nuevas tecnologías como el motor mismo de este desafío. Pareciera que la exigencia va mas allá de preocuparnos por adquirir, como docentes, habilidades cognitivas en pedagogía y didáctica, sino que a la luz de un mundo globalizado, se vuelve prioridad también la adquisición de habilidades tecnológicas.
El uso de la tecnología en la educación en el nivel medio superior, tiene desde mi experiencia dos vertientes importantes que en sí mismas son preocupantes: los docentes que se rehúsan a utilizarlas por el, consiente o no, analfabetismo tecnológico personal, y los otros que la utilizan indiscriminadamente sin ningún sustento pedagógico, llevando a una saturación a los estudiantes con herramientas tecnológicas que, en muchas ocasiones, distan de perseguir un objetivo real que les permita acercarse al conocimiento. No sé cuál de las dos situaciones me preocupa más.
Quisiera compartir una experiencia que tuve en un trabajo anterior en el que me desempeñaba como líder de proyecto con laboratorios asistidos por computadora, para la enseñanza de las ciencias naturales. El equipo al que hago referencia, vio luz en varios planteles del Colegio de Bachilleres, instituciones privadas de Educación Media Superior y tecnológicos regionales de varios estados de la República Mexicana. La compra del equipo incluía la capacitación a los docentes que, por las asignaturas que impartían, estarían utilizando este laboratorio en sus diferentes actividades docentes. Tuve la fortuna de asistir a algunos cursos de capacitación, y en ellos me pude dar cuenta que muchos de los ahí presentes no habían tenido contacto con una computadora, ni como máquina de escribir, situación que ya en si representaba un gran problema, pero que además se enfrascaban en sesiones largas de discusión cuyo fin era demostrar a toda costa el “gasto innecesario” que representaba la compra de laboratorios de este tipo, teniendo necesidades importantes como la falta de “pizarrones, borradores y gises en los salones”.
Lo anterior nos dibuja un panorama en el que pareciera no ser necesario prepararnos en el uso de las nuevas tecnologías. Sin embargo, ¿la educación debe estar regida por lo que los docentes marcamos como prioridades o por las necesidades de formación de nuestros estudiantes? La finalidad última y primera de nuestra labor docente es coadyuvar en la formación de nuestros estudiantes, misma que les permita enfrentarse y entender el mundo que les rodea …, pero ¿qué mundo es el que les rodea?
El mundo de nuestros estudiantes no es el mismo “mundo” en el que nosotros crecimos y nos formamos; su mundo, nuestro mundo es vertiginoso, es demandante, se habla de globalización; se habla de tecnología de punta; de fibra óptica; se habla de comunicación instantánea con personas de países lejanos; en las enfermedades se vive con la esperanza de aparatos nuevos que definen procedimientos exitosos que curan lo que antes no curaban o que por lo menos dan una mejor calidad de vida a los enfermos; en la industria se apuesta a procesos automatizados que aumentan su producción; en el campo se escucha sobre mejoras genéticas, mayor producción, alimentos transgénicos, etcétera. La lista podría continuar casi indefinidamente, debido a que casi al momento de terminarla seguramente ya existirían cambios en lo escrito con anterioridad. Entonces respondamos, ¿la prioridad en nuestras aulas serían pizarrones, borradores y gises?, seguramente no.
Pero no pensemos que todos los docentes del nivel medio superior nos encontramos en alguna de las dos vertientes arriba expuestas. También existen muchos profesionistas comprometidos y preocupados por adoptar de manera responsable las nuevas tendencias educativas, ya sean cognitivas o tecnológicas, en su práctica diaria y utilizan acciones constructivistas permeadas por el uso de herramientas tecnológicas que actualmente nos brinda el Internet como blog, WebQuest, etcétera; tal es el caso de Valenzuela Molina(3) (2007) quien nos comparte su experiencia en el Centro de Profesorado de Granada, dirigiendo un grupo de docentes que elaboran unidades didácticas con el uso de recursos TIC.

Entonces ¿estamos, queremos o debemos?



Con todo lo expuesto anteriormente quisiera concluir regresando a la última pregunta planteada al inicio de este documento: ¿los docentes del Nivel Medio Superior debemos prepararnos para participar en un proceso enseñanza-aprendizaje mediado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación? La respuesta sin lugar a dudas es Sí. Considero que la reflexión no debe quedar en el plano de si estamos o queremos, en realidad en un deber que como docentes debemos asumir de manera responsable y profesional, no olvidemos que en nuestras manos se encuentran, por lo menos en breves momentos, los profesionistas que en un futuro cercano decidirán el cauce de los eventos sociales, científicos y tecnológicos que directa o indirectamente dibujarán la historia colectiva de nuestro planeta, un planeta que cambia casi a cada instante.


REFERENCIAS:

(1) Ramírez Rubio, Beatriz (2008). La identidad profesional desde la profesión y profesionalización de los docentes de educación media superior. En http://www.ujat.mx/publicaciones/perspectivas/Perspectivas-36B.pdf
[consulta enero 20, 2009].
(2) Foro suizo de política internacional realizado en Ginebra, Suiza, el 4 de mayo de 2000 en http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/archive/publications/Innovation/inno104s.pdf
[consulta enero 20, 2009]
(3) Valenzuela Molina, Juan Antonio (2007). Elaboración de recursos TIC para tecnología. En http://www.cepgranada.org/~jmedina/articulos/n7_07/n7_07_161.pdf
[consulta enero 20,2009]