martes, 19 de mayo de 2009

Aprendizajes medidos por las TIC´s: búsqueda de información




Para la que escribe, el realizar búsquedas de información en la red de redes siempre representa un reto. El recurrir a páginas y servidores con confiabilidad reconocida es algo que siempre pone a prueba mi habilidad para navegar en el Internet. De manera cotidiana sitios como la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el Centro de Investigaciones de Latinoamérica y el Caribe, la Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, las publicaciones de la UNESCO, TELOS Cuadernos de Comunicación e Innovación, la Revista Mexicana de Educación a Distancia y sitios de debate como Eduq@ 2008, forman parte de mis primeras consultas. Si el lector toma el tiempo para visitar alguno o algunos de estos sitios se dará cuenta que la gran producción de publicaciones y la diversidad de temas hacen que una lectora primeriza como yo, invierta horas y horas de lectura para tratar de acercarme a lo que los expertos opinan. Y como era de esperarse, ésta ocasión no fue la excepción.
El iniciar mis consultas en estos sitios me permite reducir al mínimo factores que pudieran restar validez a los documentos citados; todos estos sitios se encuentra arbitrados por un comité que sigue rigurosas normas de publicación. Nadie dudaría de la seriedad y veracidad de un documento publicado por la UNESCO.
Pero, ¿qué información he encontrado sobre aprendizajes mediados por las TIC, en estas largas horas de lectura? Quisiera iniciar haciendo referencia a un documento producto de la Conferencia Iberoamericana de Ministros de Educación (Metas Educativas 2021, 2008), en el que de manera muy detallada se describe la situación actual de la educación en Iberoamérica, y como es de esperarse, se plantean las líneas de acción para mejorarla. Es un documento que tiene como meta el año 2021 para su cumplimiento; entre sus líneas destaca la importancia del uso de las nuevas tecnologías como una herramienta para ampliar la cobertura y calidad del proceso educativo en la región. En otra de mis consultas (Marqués, 2009), experto en tecnologías educativas de la Universidad Autónoma de Barcelona, nos comparte algunas opiniones sobre el uso de la Pizarra Digital Interactiva, misma que, por el momento ha manera de pilotaje, ya se encuentra en uso con algunos profesores, quienes comentan que los estudiantes reciben bien esta innovación tecnológica, sin embargo pareciera que académicamente no se refleja en mejores resultados.
De otro documento (Espinoza, 2003), recupero algo que me parece medular al hablar de aprendizajes mediados por las TIC´s; él nos da una serie de indicadores que determinan la vigencia de una sociedad de la información, y entre ellos habla de “…el replanteamiento de esquemas y valores tradicionales como resultado de la proliferación y aceptación de nuevas formas de hacer..” , estoy convencida que al decidir utilizar las nuevas tecnologías en la educación no solo nos obligamos a adquirir habilidades tecnológicas sino que, y más importante aún, debemos obligarnos a cambiar nuestra manera de enseñar.
Para seguirle la pista a lo anterior, por un lado Tedesco (2007), Tapia (2008), Carrió (2008) y Terán (2008), cada uno en documentos separados, hablan sobre el papel que tienen, o pueden tener, las nuevas tecnologías para modificar los estilos pedagógicos tradicionales utilizados en la enseñanza presencial, dando a los estudiantes alternativas que les permitan hacer más eficiente su proceso de aprendizaje.
Dos documentos más, uno de ellos (Infantas, 2008) nos remite a toda una explicación teórica sobre el ciclo de aprendizaje y como éste debe permear el diseño de toda información que utilicemos en la educación a distancia. El ciclo contempla la acción, la experiencia, la reflexión y la conceptualización. El otro documento (Vílchez, 2008), nos expresa primero el gran universo de Sistemas de Gestión del Aprendizaje (LMS) y herramientas de la web 2.0, que se encuentran en línea tanto públicos como aquellos que requieren licencia; al margen del dato número, él nos comparte algunas experiencias sobre casos específicos de la enseñanza de las matemáticas en algunas universidades de Costa Rica.
Quedaron muchos “títulos” sugerentes sin leer, sin embargo considero que estos documentos me pueden dar mucha información que de manera inicial puedo retomar en mi trabajo. Pese a lo anterior, sigo en busca de experiencias tales como datos comparativos sobre el tipo de competencias que se adquieren en la educación medida por las TIC´s y la totalmente ajena a ellas; francamente ando en busca de poder responderme ¿la educación medida por las TIC´s es mejor que la presencial?


REFERECIAS
Carrió, Gustavo (2008).Aprendizaje virtual de la Economía. Recuperado el 10 de mayo de 2009 de http://216.75.15.111/~moodles/moodles/eduqa2008/file.php/2/eje_tematico_5/5_60_Aprendizaje_virtual__Carrio_.pdf
Espinoza, L. (2003). Educación en línea: ¿información o conocimiento? Recuperado el 10 de mayo de 2009 de
http://www.utpl.edu.ec/ried/images/pdfs/vol6-1/art2educenlinea.pdf
Infantas, Karem (2008). El ciclo de aprendizaje y la Educación Virtual a Distancia. Recuperado el 10 de mayo de 2009 de http://216.75.15.111/~moodles/moodles/eduqa2008/file.php/2/eje_tematico_5/5_65_El_ciclo_de_aprendizaje__Infantas_.pdf
Marqués, P. (2009). La tecnología siempre provoca cambios en la forma de aprender. Recuperado el 10 de mayo de 2009 de http://www.oei.es/noticias/spip.php?article4797
Moguel, S. (2008). Dimensiones del aprendizaje con el uso de herramientas tecnológicas a distancia (TIC´S). El caso de la Universidad de Campeche, México. Recuperado el 10 de mayo de 2009 de http://216.75.15.111/~moodles/moodles/eduqa2008/file.php/2/eje_tematico_5/5_31_Dimensiones_del_aprendizaje_Moguel_Marin__Alonzo_Rivera.pdf
Organización de Estados Iberoamericanos (2008). Metas Educativas 2021. La educación que queremos para la generación de los Bicentenarios. Recuperado el 10 de mayo de 2009 de http://www.oei.es/metas2021/todo.pdf
Tapia, F. (2008) Optimización del proceso de Aprendizaje en Línea Personalizado usando Redes Bayesianas. Recuperado el 10 de mayo de 2009 de http://216.75.15.111/~moodles/moodles/eduqa2008/file.php/2/eje_tematico_5/5_29_Optimizacion_del_Proceso_de_Aprendizaje_Tapia_Moreno__Lopez_Miranda.pdf
Tedesco, J. (2007) Las TIC en la Agenda de la Política Educativa. Recuperado el 10 de mayo de 2009 de http://portal.enlaces.cl/?t=54&i=2&cc=456&tm=2
Terán, K. (2008). Impacto de las TIC en la cultura de la Mediación a Distancia para la Educación Superior. Recuperado el 10 de mayo de 2009 de http://216.75.15.111/~moodles/moodles/eduqa2008/file.php/2/eje_tematico_5/5_91_Impacto_de_las_TIC__Teran_.pdf
Vílchez, E.(2008). Impacto del Aprendizaje Virtual y la Web 2.0 en los Procesos de Enseñanza y Aprendizaje de la Matemática. Recuperado el 10 de mayo de 2009 de http://216.75.15.111/~moodles/moodles/eduqa2008/file.php/2/eje_tematico_5/5_57_Impacto_del_Aprendizaje_Lopez.pdf

¿Logros o nuevos retos?




Considero que la reflexión que se nos invita a hacer en este momento, casi a la mitad de nuestro módulo propedéutico, es muy interesante por varios aspectos. Seguramente muchos de nosotros al inscribirnos en este programa, considerábamos poseer todas las competencias necesarias para cursar una maestría; pero no, a lo largo de nuestras actividades en las diferentes sesiones nos hemos encontrado con la retroalimentación de nuestra tutora que nos ha enfrentado con parte de nuestra realidad: no somos los escritores expertos que creíamos ser, nuestras argumentaciones tal vez no son tan contundentes como pensábamos, el manejo de ciertas herramientas de ofimática no es con la habilidad y destreza que presumíamos, y lo peor, pareciera que en ocasiones el tiempo no nos alcanza para cumplir en tiempo y forma con las actividades solicitadas. Para personas con nuestro perfil y experiencia pareciera que reconocer lo anterior no es fácil.
Sin embargo estoy convencida que lo anterior es el gran logro de esta primera parte de nuestro módulo: hacernos consientes del grado de desarrollo en el que nos encontramos en cada una de las habilidades necesarias para cursar exitosamente un posgrado; enfrentándonos con nuestra posibles carencias y dándonos los elementos para superarlas. De manera personal considero de gran ayuda en mi formación y avance el uso de rúbricas en la evaluación de nuestras actividades, debido a que su diseño no deja duda sobre lo que espera en las diversas tareas a las que nos hemos enfrentado.
Mis logros, ¿mis logros?.... creo que sería mejor hablar de “nuestros logros”. El avance en todo aprendizaje siempre involucra a más personas de las que creemos; el aprendizaje es colaborativo, todos aprendemos de todos y los aprendizajes de todos nos retroalimentan. Por ejemplo, el coordinador de la sede frecuentemente nos está apoyando con comentarios y sugerencias sobre cómo proceder en ciertas situaciones; la tutora de manera más formal en la plataforma, nos da indicaciones puntuales que nos marcan el camino para desarrollar habilidades útiles para resolver de manera exitosa los ejercicios propuestos; los especialistas que participan en las telesesiones nos van compartiendo información específica sobre el razonamiento que debe imperar en una investigación, el uso de tecnología o la manera correcta de escribir; los desarrolladores instruccionales; los camarógrafos; el web master; mis compañeros con sus comentarios que me hacen reflexionar en puntos específicos; en fin una serie de figuras que contribuyen para que yo pueda realizar esa lista de “logros”.
En la evaluación diagnóstica la tutora me hizo notar dos grandes carencias: no sabía manejar la herramienta de esquemas en un procesador de texto y la manera de citar las referencias, aunque consistente, no cumplía con las recomendaciones realizadas por la APA. La tutora cumplió con hacerme notar esto; el Dr. Gándara en su sesión me acerco al usos de esta herramienta; en la sección de recursos encontré un documento sobre los lineamientos propuestos por APA; algunos de mis compañeros me hicieron sugerencias de cómo utilizar la vista de esquemas y en qué debía poner atención al citar; es claro que necesite de ayuda para adjudicarme estos logros.
Esta ayuda se traduce en trabajo colaborativo que, como se nos sugiere en la evaluación de nivel 2, vamos a tener que aprender a explotar eficientemente. Para esto la red de apoyo que formamos en sesiones anteriores va a tener que pasar de ser una comunidad de comunicación a una comunidad de aprendizaje. Es decir, hasta el momento en la red a la que pertenezco nos hemos conformado en enviarnos correos sobre datos generales, envió de documentos que compilan las actividades realizadas en la sesión presencial, etcétera; sin embargo, sin demeritar lo importante que ha resultado ser esto, debemos dar el gran salto y pasar de una comunicación en una sola dirección a una multidireccional, en la que todos tengamos algo que decir, aportar, comentar y sobre todo aprender.
Para enfrentar los nuevos retos por venir me siento apoyada por mis compañeros, de manera inmediata con los integrantes de la red de apoyo a la que pertenezco, pero también por los que cada miércoles aportan comentarios en público y me hacen conocer sus puntos de vista. Sé que las diferentes figuras académicas harán sus aportaciones pertinentes para cumplir exitosamente con lo requerido en esta segunda etapa, pero sobre todo intentaré tener una comunicación más cercana con mi tutora para prever cualquier bache en el camino.
Para finalizar esta reflexión sugiero que los “logros” que hemos detectado en la realización de esta actividad, sirvan para marcarnos los nuevos retos por cumplir.

PREJUICIOS: ¿dónde están?




Inicio reconociendo que enfrentarme a la identificación de los prejuicios que se encuentran distribuidos en toda serie de documentos que día a día leo, no ha sido la mejor experiencia que he tenido. Tuve algunos momentos contradictorias y otros, los más, me han dejado una sensación de confusión y desconcierto sobre saber si el ejercicio realizado cumple el objetivo o no de la actividad propuesta. A esta confusión hace alusión el título “….¿dónde están?” en mí o en lo que leo… Tratare de explicarme
Cuando me propuse iniciar la actividad traté de definir primero varias estrategias para la búsqueda en Internet de las publicaciones nacionales en las que consideré encontraría información apropiada a lo que se me solicitaba: documentos de preferencia educativos para identificar los prejuicios. Así que inicié buscando periódicos de divulgación nacional, revistas, boletines, etcétera. En cada una de mis búsquedas llegaba siempre a aquellas publicaciones que frecuentemente consulto de apoyo en mi trabajo; noticias publicadas en la Jornada, El Economista, Crónica, etcétera; revistas ¿Cómo ves?, boletines de la UNAM, biblioteca de la UNESCO México, etcétera. Como era una condicionante el ser publicación nacional, deje de lado todos aquellos apoyos que utilizo y que son publicados en otras latitudes.
Después de leer y volver a leer artículos y publicaciones me di cuenta que era muy difícil para mí identificar prejuicios en el tipo de documentos consultados. La primera pregunta que me surgió fue: ¿de verdad sé lo que es un prejuicio? Así que me di a la tarea de investigar lo que es un prejuicio, tipos de prejuicios, etcétera. Me encontré con cosas como homofobia, xenofobia, estereotipos, clases sociales, género, niñez, adultos mayores, políticas de estado, migración, latinos, musulmanes, educación, presupuesto, y una serie de temas que la verdad me sorprendieron. Con esta información continué con mi objetivo.
En este segundo momento, trate de hacer más específica mi estrategia: sí ya tengo las publicaciones, ahora a buscar en cada una de ellas qué se dice sobre: homofobia, xenofobia, estereotipos, clases sociales, género, niñez, adultos mayores, políticas de estado, migración, latinos, musulmanes, educación, presupuesto, etcétera. Además en el caso de los periódicos, una vez que identificaba una noticia adecuada, buscaba la misma en otras publicaciones. Surgieron cosas interesantes, me di cuenta que las diferentes publicaciones le imponen su sello particular a las noticias, algunos solo describen los hechos, pero otros dan su opinión y dejan ver su apoyo o no sobre cierto gobierno (local o federal), acción o situación presentada.
Entre las cosas que encontré y que me parecieron muy interesantes fueron datos referentes a la situación que impera en nuestro país sobre la baja proporción de mujeres que ocupan puestos gerenciales y directivos, aún cuando se ha demostrado que éstas tiene habilidades importantes en la planeación y toma de decisiones; el trato inhumano que se le da a los extranjeros en los Estados Unidos, solo por su origen latino, sin antes conocer si son indocumentados o están de manera legal en el país; la discriminación que sufren en diferentes países del mundo los estudiantes de origen musulmán, aún cuando en la actividad académica registran promedios altos de aprovechamiento; la etiqueta que se les da a los integrantes de bandas como personas nocivas a la sociedad y delincuentes a los que hay que marginar, sin conocer claramente sus intensiones como grupo; y tantas otras cuestiones que no es el caso mencionar en este momento.
Volvamos al objetivo de este documento. En este momento tenía tanta información que me era difícil elegir tres artículos, requeridos en la actividad, para realizar el análisis solicitado: identificar los prejuicios, por qué y cómo se manifiestan. Lo que me imposibilito en mayor medida a elegir el escrito, es que en una nueva lectura encontraba una expresión de prejuicio, pero en el mismo desarrollo se mostraba la visión objetiva de cómo el autor sentenciaba o descalificaba ese proceder. Entonces me pregunté ¿el prejuicio esta en el escrito, en lo que yo quiero encontrar bajo el título propuesto? o ¿en lo que yo sé del tema? Creo que en lugar de ayudarme me complicaba.
Creo que el lector se dará cuenta que estaba a punto de perderme en mis propias reflexiones, sin embargo nuevamente leí algunos artículos de mi interés y trate que en el mismo no se dieran las explicaciones objetivas, sino que solo se quedara en la narración de los hechos; así, considero, pude leer entre líneas algunas situaciones de prejuicio: la idea de que el “imperio” siempre lleva las de ganar, la distribución desigual del presupuesto destinado a la educación en los diferentes estados y la noción de que los jóvenes no consideran a los ancianos como gente productiva.
Finalmente, he de reconocer que percibo más prejuicios en mí, que en lo que leo. Tal vez las publicaciones elegidas no fueron las más idóneas, tal vez éstas son objetivas y no realizan juicios previos, o tal vez, debo seguir realizando actividades de este tipo hasta estar segura de que las mismas me permiten identificar claramente los prejuicios inmersos en la información escrita. O tal vez, estoy prejuiciada sobre mi propio análisis.

Resumen informativo




Los aspectos éticos del plagio académico de los estudiantes universitarios (Cerezo, 2006)



El plagio académico (“…acción de hacer pasar por nuestras las ideas de otros…” entre los estudiantes universitarios tiene diferentes aspectos a considerar. Por ejemplo, si nuestro ambiente académico está inmerso en una dinámica regida por valores, las circunstancias particulares, como son el no utilizar comillas al citar a un autor o no dar las referencias adecuadas para seguir el texto original, son difíciles de que se presenten. Es cierto que la época en la que se desarrollan actualmente nuestros estudiantes pareciera estar ajeno a toda ética que les ayude a definir acciones correctas o no, sin embargo también es cierto que fomentar en ellos habilidades sólidas en la búsqueda y análisis de información, son una medida de contención para evitar acciones deshonestas como lo es el plagio. Sobre esto un estudio realizado en Estados Unidos da como dato interesante el hecho de que la mitad de los estudiantes que participaron aceptan realizar acciones consideradas como plagio de manera habitual sin que lo consideren algo indebido. Otro aspecto a considerar, recae en el hecho de que los estudiantes desconocen las normas éticas estipuladas en el manejo de la información, como citar correctamente a los autores originales de datos que retoman en sus escritos.
El recurrir al plagio como una acción cotidiana provoca que los alumnos den una imagen errónea, y sobre todo tengan una imagen errónea, de ellos mismos sobre las estructuras cognitivas que han logrado desarrollar. Para contrarrestar el plagio los docentes tienen un papel importante como imagen y fuente de acciones aceptables a seguir en el ámbito educativo; de manera complementaria los estudiantes deben reconocerse como responsables de sus propias acciones. Así el docente debe motivar acciones en las que los universitarios escriban sus propias ideas, indicándoles la manera correcta de citar las opiniones de otros autores. Esto es posible partiendo del conocimiento de las habilidades con las que cuentan y apoyándolos en el desarrollo de habilidades que serán permanentes y duraderas para el futuro profesionista.

Cerezo, H. (2006) Aspectos éticos del plagio académico de los estudiantes universitarios, Elementos No. 61, Vol. 13, p. 31. Recuperado el 1 de abril de 2008 de: http://www.elementos.buap.mx/num61/htm/31.htm

Formación en posgrado Vs. calidad de vida. Trabajo colaborativo




Estamos acostumbrados a pensar que el hecho de decidir estudiar un posgrado nos llevará siempre a saturar nuestro tiempo, de por sí complicado, hasta el máximo. Imaginamos, mucho antes de iniciar, la cantidad de lecturas que vamos a tener que leer, los trabajos de investigación que se realizarán, las interminables hojas a escribir para poder expresar nuestras ideas, preparar evaluaciones, tal vez exposiciones, en fin… nos imaginamos una lista casi interminable de actividades por realizar. Por si lo anterior fuera poco, después, y sólo después, hacemos un alto y pensamos en el resto de las actividades a las que ya le dedicamos tiempo: familia, dormir, comer, jornada laboral, diversión, etcétera. La pregunta es ¿cómo haremos para que un día, que solo tiene 24 horas, nos alcance para atender todo lo anterior con calidad?
Antes de proseguir reflexionemos en varias cosas: ¿las actividades del posgrado son más importantes que todas las demás cosas que hacíamos antes de pensar en la posibilidad de seguir nuestra formación? ¿para cumplir con todas estas nuevas actividades y las anteriores, debemos dormir menos horas? ¿nuestros fines de semana y los de nuestra familia se deben convertir en dos días más de “escuela”? Si el lector respondió a las preguntas anteriores “Sí”, el presente documento es una lectura obligada antes de destrozar su vida en pro de una mejor formación.
Estudios recientes han demostrado que saturar nuestro tiempo solo nos lleva al fracaso, ampliar nuestras jornadas de vigilia para realizar estudios bajan nuestro rendimiento y el aprendizaje es muy deficiente, además de generar serias complicaciones en materia de salud (Kriguer, 2004).
Carl Honoré (2009) nos comparte, en su filosofía del movimiento slow, “busca el ritmo adecuado para cada cosa”. Esta frase tan sencilla esconde una serie de acciones que podrían ayudarnos a equilibrar el tiempo que dedicamos a nuestra formación profesional sin descuidar nuestra calidad de vida. Pero, ¿cómo se puede lograr esto? La respuesta está en la planeación adecuada de nuestras actividades utilizando estrategias eficientes que nos ayuden a utilizar de manera eficiente nuestro tiempo. Así, hablemos de planear y de estrategias.
Para qué planear
Según la Real Academia de la Lengua Española (2001) planear es “Trazar o formar el plan de una obra” Existen muchas herramientas que nos permiten planear: el calendario más cercano pegado en la pared, nuestra agenda de escritorio, el calendario que nos muestra como herramienta nuestra computadora, o una hoja en blanco donde podamos, a manera de cronograma, marcar nuestras diversas actividades y el tiempo que humanamente les podemos y debemos dedicar a cada una de ellas. Para hacer esto es importante partir del hecho de que “todas” nuestras actividades son importantes, debido a que cada una de ellas nos provee de ciertos satisfactores necesarios para que nuestro cuerpo y nuestra mente funcionen de manera óptima.
La planeación de nuestras actividades diarias no representa un horario rígido a seguir, tiene su flexibilidad de acuerdo a la actividad misma (si se inicia la lectura de un artículo no se suspende ésta porque se me “acabo el tiempo”); en realidad el ejercicio de planear nuestro tiempo tiene dos funciones importantes: primero como elemento de reflexión al que continuamente debemos regresar para no saturarnos con alguna actividad o en su defecto, descuidar tiempos muy importantes como son las horas de sueño o el familiar; y segundo para pensar, crear e imaginarse situaciones para lograr una meta.
Aplicar una estrategia para alcanzar un objetivo.
Una estrategia se define como la aplicación de un plan de acción para alcanzar un objetivo determinado. Al estudiar una Maestría el objetivo último es, sin duda, la certificación de los aprendizajes obtenidos, llegar a él representa el reto que debemos tomar de inicio y que mejor que hacerlo justo cuando nos encontramos en el módulo propedéutico, que por definición implica un periodo de preparación y desarrollo de habilidades básicas, necesarias para enfrentar el trabajo que seguramente implicará el estudio de la Maestría. Conviene además, aparte de tener claro el objetivo final, definir objetivos intermedios como la culminación de cada semestre o la realización de las actividades semanales, cuyos logros ayuden a mantener un nivel de motivación óptimo.
Resulta entonces inminente avanzar por un camino previamente definido que justamente constituirá nuestra estrategia de trabajo, donde diseñaremos de inicio nuestro plan de acción, que incluye como primer elemento los medios o recursos de los que disponemos, posteriormente la forma o manera en la que llevaremos a cabo nuestro plan y por último los procedimientos, técnicas o tácticas específicas para llevar a cabo cada una de nuestras actividades, que en su conjunto y desarrolladas de manera paulatina nos llevarán a alcanzar nuestro fin.
Seguramente en el camino nos encontraremos con dificultades no previstas o situaciones complejas de resolver, ante lo cual es importante conservar la calma, reflexionar y mirar al frente teniendo en cuenta el objetivo final, imaginarnos alcanzando nuestra meta nos puede ayudar a retomar la estrategia o camino que determinamos en un inicio, por esa razón nuestro plan de acción deberá ser lo suficientemente flexible y práctico, que nos permita realizar ajustes sobre la marcha, a la vez que nos reconduzca la incertidumbre porque al momento de planearlo tomamos en cuenta la mejor distribución de los recursos y medios disponibles estratégicamente determinados.
CONCLUSIONES
Estudiar una Maestría no puede minimizarse ni considerarse como cosa fácil, sin embargo si puede visualizarse como algo alcanzable que no necesariamente se contrapone a una buena calidad de vida. De hecho el mismo estudio y esfuerzo requeridos conllevan satisfacciones que inciden en el desarrollo y superación personal.
La posibilidad de dedicarse al estudio de una Maestría a la vez que se mantiene e incluso mejora la calidad de vida es real, sólo se requiere esfuerzo y dedicación continuos. Una forma de conjuntar estas actividades de manera óptima es mediante el diseño de una estrategia que implica la planeación de nuestras actividades diarias utilizando los recursos y medios de que se dispone de manera óptima y adecuada al plan de vida personal.
REFERENCIAS
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2001) Recuperado el 13 de marzo de 2009 de
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=cultura
Honoré, C. (2008). In Praise of slow. Recuperado el 13 de marzo de 2009 de
http://www.carlhonore.com/?page_id=6
Kriguer, N. Deprivación del sueño y fatiga en residentes. Recuperado el 15 de marzo de 2009 de
http://www.sld.cu/sitios/hematologia/temas.php?idl=146&idv=20746
Navarro, N. (2009) Entrevista: Un hombre tranquilo. Recuperado el 13 de marzo de 2009 de http://pipodols.blogalia.com/historias/26156

Pensamiento crítico




1. ¿Cómo define la competencia de Pensamiento crítico?


El pensamiento crítico es una filosofía de vida que impregna todos los aspectos de la misma y como tal requiere de un proceso sistemático (destrezas cognitivas) basado en valores (actitudes mentales) y un propósito, la búsqueda de la verdad racional. El pensamiento crítico no es fácil de adquirir y mucho menos de practicar; éste requiere del desarrollo de seis destrezas cognitivas (Facione, 2007) como son la interpretación, el análisis, la evaluación, la inferencia, la explicación y la autorregulación; y de siete actitudes mentales (Espíndola, 1996), tales como la humildad intelectual, la valentía intelectual, la empatía intelectual, la integridad intelectual, la perseverancia intelectual, la confianza en razón y el sentido intelectual de la justicia. Por la magnitud de lo que refiere, es fácil imaginar que el pensamiento crítico no es algo que solo puede ser aplicado en la academia, muy por el contrario es la piedra angular de decisiones y acciones fundamentadas que muy seguramente nos llevarán al éxito en nuestra vida profesional, laboral, personal y social.



2. Defina con sus propias palabras cada una de las seis destrezas cognitivas del Pensamiento Crítico, según Facione.


· Interpretación. Comprender y por tanto hacer accesible, mediante el uso de un código adecuado y sin perder la intencionalidad, la información que pueda contener un discurso, una señal, un gesto, un gráfico, una tabla, o cualquier otra fuente de información que se encuentre al alcance del receptor.
· Análisis. Capacidad para identificar las relaciones obvias o implícitas que existen entre uno o más sucesos, acciones, mensajes, ideas, argumentos, etcétera.
· Inferencia. Acción que permite generar conclusiones o proyecciones sobre un fenómeno, partiendo de información pertinente como descripciones, eventos periódicos, informes, reportes, tablas, gráficos, vivencias, etcétera.
· Explicación. Comunicar de manera ordenada y clara nuestros puntos de vista; presentando argumentos que demuestren la validez de nuestras acciones, métodos, procedimientos, conclusiones, etcétera.
· Evaluación. Valorar la credibilidad de los argumentos, tesis, teorías, conclusiones, opiniones, etcétera, producto de acciones de análisis, interpretación e inferencia de fuentes de información. Autorregulación. Examinar de manera consciente nuestras propias acciones y procesos cognitivos que aplicamos en la resolución de problemas, identificando nuestras fortalezas y debilidades para evaluar el grado de objetividad medido en el tipo de resultados obtenidos y, en caso de ser necesario, aplicar acciones correctivas.

3. ¿De acuerdo con Facione, qué tipo de pensamiento crítico es aquel donde el autor sólo intenta convencer sobre su punto de vista, sin tomar en cuenta otras posturas o visiones sobre el tema? Mencione dos ejemplos de personajes públicos en los que se muestre este tipo de Pensamiento Crítico y argumente por qué lo son.

Según Facione (2007), el tipo de pensamiento crítico cuando el autor sólo intenta convencer sobre su punto de vista, sin tomar en cuenta otras posturas o visiones sobre el tema se le llama “pensamiento pobre, contraproducente o no crítico”.

Considero que una gran cantidad de nuestras figuras públicas podrían ser consideradas, sin embargo por razones de espacio, mencionaré a :

Fidel Castro, Expresidente de Cuba. Mi decisión de colocar en este apartado a esta figura pública, no responde a mi sentir a favor o en contra del sistema socialista del gobierno que representaba o de la revolución que dirigió. De hecho en muchas de mis reflexiones, he considerado el actuar de este gobierno digno de aprender de él, al enfrentarse a grandes potencias económicas, como lo es Estados Unidos, con toda la serie de prohibiciones y vetos que la isla y en general toda su gente ha sufrido históricamente. Sin embargo, considero que las sociedades avanzan y evolucionan, punto que el Comandante no parece haber tomado en cuenta a 50 años de la Revolución Cubana. Pareciera que Fidel Castro intento detener el tiempo, manteniendo a los habitantes de la isla sumidos en condiciones infrahumanas, negándose a escuchar posturas y voceros internacionales, que le hicieran mejorar la calidad de vida de la población. Si no, ¿por qué los cubanos arriesgan su vida en pequeñas balsas tratando de encontrar otro país donde vivir? Y qué decir de todas aquellas grandes figuras de Cuba que al salir de la Isla ya no pudieron regresar por ser considerados desertores a la patria?

4. Facione afirma que “Una persona puede ser buena para pensar críticamente, en el sentido de que la persona puede tener la disposición adecuada y ser un perito del proceso cognitivo, y aun así no ser un buen (en el sentido moral) pensador crítico”. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?, ¿por qué? Apoye su argumento con ejemplos.

Si estoy de acuerdo. Considero que no es difícil pensar en alguien, persona cercana o pública, que la reconozcamos con una formación académica fuerte en las diferentes áreas del saber, pero con muy poca ética y moral al momento de aplicar sus conocimientos; en todos los casos el análisis, la interpretación, la capacidad para inferir y las explicaciones no dejan lugar a dudas del manejo cognitivo, pero los resultados sueles ser inmorales y hasta ofensivos para los que los rodeamos.

Recordemos ligeramente a nuestro expresidente Carlos Salinas de Gortari, nadie puede negar que es Licenciado en economía por la Universidad Nacional Autónoma de México, maestro y doctor en universidades prestigiadas de los Estados Unidos como Harvard, dicho sea de paso sus grados fueron acompañados con mención honorífica. Pese a su gran formación, muchas de sus decisiones, plagadas de inmoralidad, respondieron a intereses de los grandes capitalistas y no a los del pueblo que gobernaba; a él le debemos, entre otras muchas cosas, la firma del Tratado de Libre Comercio, que dejo en desventaja a parte del sector productivo de nuestro país frente a los de Estados Unidos y Canadá; la privatización masiva de empresas estatales como Telmex, beneficiando al actual hombre más rico del mundo; y quien no se ha “beneficiado” con la repartición de pobreza que bajo el nombre del programa “Solidaridad” se han desviado sumas millonarias del erario público. Los anteriores solo son algunos ejemplos, pero sin duda podríamos ampliar por mucho la lista tan solo hablando de este personaje.

5. ¿De acuerdo con la lectura de Espíndola, qué actitudes mentales es necesario evidenciar en un Pensamiento Crítico fuerte?

Humildad intelectual
Valentía intelectual
Empatía intelectual
Integridad intelectual
Perseverancia intelectual
Confianza en razón, y
Sentido intelectual de la justicia

6. ¿Por qué es importante el desarrollo de la competencia de Pensamiento Crítico en el ámbito académico?

El desarrollo del Pensamiento Crítico es importante en el ámbito académico, debido a que es en este espacio de nuestra vida donde adquirimos las bases cognitivas y procedimentales para la interpretación del mundo, para el entendimiento de los fenómenos que nos rodean, pero sobre todo para la apropiación de teorías, leyes, postulados, etcétera que nos permitirán transformar nuestra realidad; ¿qué sería de nosotros si creyéramos como dogma de fe todo lo que se nos dice en las aulas? Seguramente no tendríamos la capacidad de aplicar lo que pretendemos conocer, para nuestro beneficio y muchos menos para el beneficio de los que nos rodean.

7. ¿En qué nivel educativo considera que sería conveniente introducir el Pensamiento Crítico como parte de la curricula y en cuáles áreas de aprendizaje? ¿Por qué?

Considero que la competencia de Pensamiento Crítico no es una temática a tratar en un nivel educativo, tampoco es un aspecto más que debe contener la curricula educativa y mucho menos algo específico de una área del conocimiento en particular; considero que el Pensamiento Crítico debe estar presente de manera transversal a lo largo de toda nuestra instrucción escolar y que mejor que también la viviéramos día a día, en todos los demás espacios de nuestra vida. Así, desde mi punto de vista, esta competencia debería ser considerada como básica, junto al saber leer y escribir, e irse desarrollando a lo largo de nuestra formación para poder alcanzar niveles fuertes de apropiación en nuestra vida productiva. Imaginemos un jardín de niños con actividades lúdicas que los inicien en el análisis e interpretación de los fenómenos inmersos en actividades colaborativas que fomenten valores intelectuales como la valentía, la perseverancia, etcétera; seguramente nuestro futuro sería más prometedor.

Características de un texto académico


He de comenzar diciendo que, por mi formación profesional en el área de ciencias naturales, no estoy acostumbrada a teorizar en el área de sociales y humanidades, motivo por el cual me siento insegura al leer un texto como el de Anna Teberosky. Busque la trayectoria de esta autora y me queda claro que es una referencia obligada en textos sobre pedagogía de la lengua oral y escrita, sin embargo he de reconocer que la lectura sugerida se me complicó y no estoy completamente cierta de haber recuperado, de manera correcta, toda la información que en el objetivo de la lectura misma podría haber existido. Estoy consciente que debo trabajar en la lectura de este tipo de documentos.

Pese a lo anterior, la actividad es muy interesante, puedo detectar la intensión de llevarnos a la autogestión de nuestro aprendizaje: primero se nos da una lectura de la que debemos recuperar las características de un texto académico (con otra intensión meramente cognitiva se nos hubiera dado la lista); segundo identificar, en equipo, las características en un texto previamente seleccionado poniendo a prueba por un lado, nuestra capacidad para entablar un diálogo entre nuestros compañeros y elegir un solo texto de los que cada uno de nosotros llevaba y por otro identificar en la práctica lo enlistado como características; tercero, de manera individual buscar textos académicos serios que cumplan con lo previamente establecido, probando una y otra vez hasta que consideramos cumplir de mejor manera con lo solicitado. Me agrada este matiz de constructivismo, en el que nosotros mismos vamos construyendo nuestro propio conocimiento y además gestionando nuestra manera de aprender desarrollando un pensamiento crítico sobre lo que elegimos como documentos de apoyo.

En relación a las características de un texto académico considero que las principales son la textura que me habla de la cohesión y coherencia que tiene el manejo de la información a lo largo del documento; la finalidad, esa intencionalidad de transmitir un punto de vista, un conocimiento; su división en secciones que dosifica la información llevando al lector hasta un objetivo; las referencias, el apoyo en otros autores o por que no, hasta el discernimiento con algunos; y el metadiscurso, esa cualidad que tienen algunos de situarse más allá del texto mismo.

Partiendo de la descripción anterior y como lo indico en la actividad 4, los dos documentos que elegí, desde mi punto de vista, cumplen con las características propias de un texto académico según la lista de cotejo elaborada en la sesión presencial; situación que me habla de la seriedad y veracidad de la información que manejan los mismos. Sin embargo me surge una duda, …si los documentos seleccionados no cumplieran con alguna de estas características, ¿dejarían de ser textos académicos confiables? En esta reflexión quiero compartir el hecho de que considero que existen otros factores externos al texto mismo que me pueden dar indicios de su veracidad, tales como conocer la seriedad de la institución que lo publica, el lugar donde se realizó la investigación, el currículo del autor, los autores a los que hace referencia el texto, etcétera.

Aprender a buscar y seleccionar en Internet




La lectura de Monereo me ha llevado a dos reflexiones importantes que, en el marco de mi actividad docente, toman gran importancia: primero a mis estudiantes no les tengo que enseñar biología, les tengo que enseñar a que aprendan biología, es decir a aprender a aprender; y segundo debo diseñar estrategias de enseñanza tales que me permitan disminuir los riesgos y peligros a los que se enfrentan mis estudiantes cuando realizan una búsqueda de internet.

Sobre la primera reflexión, la propuesta educativa en la que he laborado los últimos años me ha permitido moverme en un ambiente en el que prevalece la formación por competencias, ésto me obliga a cambiar mi visión de educadora directiva a facilitadora del conocimiento. Siendo congruente con lo anterior en mi aula de clase, virtual o presencial, la participación de mis estudiantes es muy activa: ellos investigan, organizan, seleccionan fuentes, exponen, discuten, convencen, consensuan, aprenden y por tanto, utilizan los nuevos conocimientos en la vida diaria. Lo anterior sitúa a mis estudiantes en una dinámica que fomenta su actuar de manera crítica.

Hay que rescatar esta actitud crítica en la indagación de temática en Internet. Quisiera compartir una estrategia que utilizó para orientar a mis estudiantes en sus investigaciones: …al buscar información en la red de redes los estudiantes se encuentran con una gran cantidad de documentos que puede o no ser confiables, para ayudarles a decidir sobre la confiabilidad de la información, los invito a que lean un poco sobre la fuente que están consultando. Es decir, si encuentran un artículo publicado por la OEI (a mí me queda claro que es una fuente sumamente confiable) les sugiero que primero investiguen qué es la “OEI”. El resultado de su búsqueda les da elementos para tomar la decisión de si la información publicada por esta organización la toman o no en cuenta. Como puede verse yo no les indico que “sí” o que “no” tomar en cuenta, más bien los obligo a cuestionar la seriedad de la fuente. Esto seguramente será muy cercano a enseñarles a pescar en lugar de darles peces.

Con el tiempo los estudiantes distinguen entre fuentes confiables y las que no lo son, muchos de ellos guardan las direcciones en la opción de Favoritos y posteriormente inician su búsqueda en páginas ya probadas en credibilidad.

Monereo, C. (Coord.) (2005) Internet y competencias básicas. México: Secretaría de Educación Pública

Estrategia de estudio independiente





  • Uno o dos días antes del inicio de la sesión, entrar a la plataforma WCECTE con la finalidad de revisar y conocer las actividades y temáticas a tratar durante el tiempo que dure la misma.

  • Bajar e imprimir la Agenda de actividades con la intensión de planear las acciones a realizar, así como calcular los tiempos de dedicación necesarios durante la sesión.


  • Realizar la lectura de los documentos de apoyo sugeridos, utilizando marca textos, frases al margen o alguna otra estrategia de estudio adecuada para el análisis de la información (cuadros sinópticos, mapas mentales, resúmenes, etcétera).


  • Todo registro llevarlo en el cuaderno de notas.


  • Realizar las investigaciones documentales requeridas, según lo solicitado.


  • Elaborar los documentos que serán subidos a la plataforma, tomando cuidado en las especificaciones de formato solicitados en cada uno de ellos, tales como tipo de letra, márgenes, interlineado, etcétera.


  • Una vez revisado el documento final comprobando que cumpla de la mejor manera posible con lo solicitado, subir a la plataforma a más tardar el sexto día de la sesión.


  • Colocar el o los documentos finales en el Blog diseñado para el Módulo propedéutico, con la finalidad de compartir con mis compañeros dicha información. http://tecnologiaeducativaportafolio.blogspot.com/


  • Estar pendiente a la retroalimentación recibida por parte de la tutora y atender sus sugerencias.

¿Qué es el estudio independiente?




Para iniciar esta reflexión quisiera partir de la pregunta realizada por la Coordinadora Académica del módulo propedéutico, durante la sesión en vivo; ella nos invito a responder lo siguiente: “¿Qué es el estudio independiente? ¿es trabajar solo?”. En ese momento dude al dar la respuesta: independiente se puede referir a “solo”, sin embargo este tipo de estudio involucra autogestión y acciones que me llevan a compartir lo aprendido con mis pares y a la vez aprender de ellos.

Una vez que realicé la lectura propuesta De los Santos llegue a la conclusión de que “no”, el estudio independiente no es trabajar solo y sobre todo me pude dar cuenta que muchas de las acciones y estrategias que utilizó en mi vida cotidiana se encuentran bajo el cobijo de lo que se conoce como estudio independiente.

He de poner en contexto, antes de proseguir, que ya he sido estudiante a distancia por lo menos en tres ocasiones más, y que mi trabajo actual me involucra directamente en esta modalidad educativa, razón por la cual mi modo de proceder, ya hace varios años, me exige un nivel de estudio independiente fuerte. Estoy acostumbrada a la búsqueda de información con el fin de responder situaciones diarias concretas, mismas que deben ser solventadas bajo tiempos específicos, así que es frecuente que utilicé agendas y cronogramas de actividades que me van marcando las metas cubiertas y los pendientes a atender.

De manera particular, sobre mi práctica académica en el Módulo Propedéutico, estoy en el proceso de organizar mis tiempos sin embargo reconozco que aún tengo que trabajar en ello. He retomado estrategias que me han sido exitosas en experiencias anteriores, por ejemplo mis actividades de sesión inician con una visita a la plataforma WCECTE dando una revisión rápida sobre las temáticas y actividades a realizar, esta acción me permite calcular el tiempo necesario para cumplir en forma con lo solicitado; en ese momento bajo toda la información que se sugiere revisar y en los siguientes días realizó las lecturas e investigaciones propuestas; generalmente utilizó los fines de semana para escribir o elaborar los documentos finales solicitados y así poder cumplir, en los dos primer días de la siguiente semana con el envió de información al tutor.
La maestría en la que hoy nos encontramos inscritos requiere de planear acciones y tener la capacidad de autogestionar nuestro propio aprendizaje, así como de llegar a una autoevaluación objetiva de nuestros avances, pero como lo hemos compartido en la sede, es importante enfrentar este reto con tranquilidad.

De los Santos, E. (1996). El estudio independiente: consideraciones básicas. Recuperado el 02 de febrero de 2009, de http://cecte.ilce.edu.mx/campus/file.php/50/sesion2/rec_lec/est_indep.pdf

NIVEL MEDIO SUPERIOR. USO DE LAS TIC´s: entre el querer y el deber




Iniciemos preguntándonos ¿los docentes de nivel medio superior estamos preparados para participar en un proceso enseñanza-aprendizaje mediado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación?, mejor aún ¿los docentes del nivel medio superior queremos prepararnos para participar en un proceso enseñanza-aprendizaje mediado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación?, o tal vez sería mejor preguntarnos ¿los docentes del nivel medio superior debemos prepararnos para participar en un proceso enseñanza-aprendizaje mediado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación? Reflexionemos sobre el estar, querer y deber.



¿Estamos, queremos o debemos?



Los profesionales que hemos decidido dedicarnos a la educación en el nivel medio superior respondemos a perfiles profesiográficos muy variados, desde universitarios con estudios en las diferentes áreas del saber, hasta doctores y especialistas en diversos campos específicos. A lo largo de la historia los docentes de este nivel educativo han respondido a necesidades sociales y políticas educativas que dictan la identidad y papel que se asume en un salón de clase, ya Ramírez Rubio(1) (2008) nos ilustra claramente los diferentes matices de este perfil docente desde el Virreinato hasta nuestra época. Sin embargo algo muy importante que no podemos pasar por alto es que ni todo nuestro conocimiento, ni toda nuestra dedicación o buena voluntad cubre las deficiencias que sobre pedagogía o didáctica tenemos y que en ocasiones nos impide enfrentarnos de mejor manera al gran reto que representa “enseñar”. Aquí pensemos ¿estamos preparados?
Algunos nos damos a la tarea de tomar cursos, actualizarnos y conocer un poco sobre Piaget, Vigotsky o Gardner, y más aun sobre el uso y manejo de las nuevas tecnologías en el ámbito educativo. Pero qué sucede con esa gran porción de colegas que se resisten a esas “nuevas formas de enseñar”, tal vez la mayor preocupación sería ¿qué pasa con sus estudiantes? En este punto entramos a la segunda reflexión ¿queremos prepararnos?
Hace ya poco más de 15 años que el sector educativo ha tenido grandes cambios; muy seguramente a todos nosotros nos es familiar el término “constructivismo”, algunos, los mejor preparados lo viven a diario en su salón de clase, otros se resisten y sus sesiones siguen teniendo un matiz conductista, pero que sucede cuando las nuevas políticas educativas en voz del Sr Koïchiro Matsuura, Director General de la UNESCO, en su discurso del 4 de mayo de 2000, pronunciado en Ginebra, Suiza(2), nos dice que una de las cinco áreas de mayor prioridad para este organismo es conformar “la sociedad global de la información”, identificando a las nuevas tecnologías como el motor mismo de este desafío. Pareciera que la exigencia va mas allá de preocuparnos por adquirir, como docentes, habilidades cognitivas en pedagogía y didáctica, sino que a la luz de un mundo globalizado, se vuelve prioridad también la adquisición de habilidades tecnológicas.
El uso de la tecnología en la educación en el nivel medio superior, tiene desde mi experiencia dos vertientes importantes que en sí mismas son preocupantes: los docentes que se rehúsan a utilizarlas por el, consiente o no, analfabetismo tecnológico personal, y los otros que la utilizan indiscriminadamente sin ningún sustento pedagógico, llevando a una saturación a los estudiantes con herramientas tecnológicas que, en muchas ocasiones, distan de perseguir un objetivo real que les permita acercarse al conocimiento. No sé cuál de las dos situaciones me preocupa más.
Quisiera compartir una experiencia que tuve en un trabajo anterior en el que me desempeñaba como líder de proyecto con laboratorios asistidos por computadora, para la enseñanza de las ciencias naturales. El equipo al que hago referencia, vio luz en varios planteles del Colegio de Bachilleres, instituciones privadas de Educación Media Superior y tecnológicos regionales de varios estados de la República Mexicana. La compra del equipo incluía la capacitación a los docentes que, por las asignaturas que impartían, estarían utilizando este laboratorio en sus diferentes actividades docentes. Tuve la fortuna de asistir a algunos cursos de capacitación, y en ellos me pude dar cuenta que muchos de los ahí presentes no habían tenido contacto con una computadora, ni como máquina de escribir, situación que ya en si representaba un gran problema, pero que además se enfrascaban en sesiones largas de discusión cuyo fin era demostrar a toda costa el “gasto innecesario” que representaba la compra de laboratorios de este tipo, teniendo necesidades importantes como la falta de “pizarrones, borradores y gises en los salones”.
Lo anterior nos dibuja un panorama en el que pareciera no ser necesario prepararnos en el uso de las nuevas tecnologías. Sin embargo, ¿la educación debe estar regida por lo que los docentes marcamos como prioridades o por las necesidades de formación de nuestros estudiantes? La finalidad última y primera de nuestra labor docente es coadyuvar en la formación de nuestros estudiantes, misma que les permita enfrentarse y entender el mundo que les rodea …, pero ¿qué mundo es el que les rodea?
El mundo de nuestros estudiantes no es el mismo “mundo” en el que nosotros crecimos y nos formamos; su mundo, nuestro mundo es vertiginoso, es demandante, se habla de globalización; se habla de tecnología de punta; de fibra óptica; se habla de comunicación instantánea con personas de países lejanos; en las enfermedades se vive con la esperanza de aparatos nuevos que definen procedimientos exitosos que curan lo que antes no curaban o que por lo menos dan una mejor calidad de vida a los enfermos; en la industria se apuesta a procesos automatizados que aumentan su producción; en el campo se escucha sobre mejoras genéticas, mayor producción, alimentos transgénicos, etcétera. La lista podría continuar casi indefinidamente, debido a que casi al momento de terminarla seguramente ya existirían cambios en lo escrito con anterioridad. Entonces respondamos, ¿la prioridad en nuestras aulas serían pizarrones, borradores y gises?, seguramente no.
Pero no pensemos que todos los docentes del nivel medio superior nos encontramos en alguna de las dos vertientes arriba expuestas. También existen muchos profesionistas comprometidos y preocupados por adoptar de manera responsable las nuevas tendencias educativas, ya sean cognitivas o tecnológicas, en su práctica diaria y utilizan acciones constructivistas permeadas por el uso de herramientas tecnológicas que actualmente nos brinda el Internet como blog, WebQuest, etcétera; tal es el caso de Valenzuela Molina(3) (2007) quien nos comparte su experiencia en el Centro de Profesorado de Granada, dirigiendo un grupo de docentes que elaboran unidades didácticas con el uso de recursos TIC.

Entonces ¿estamos, queremos o debemos?



Con todo lo expuesto anteriormente quisiera concluir regresando a la última pregunta planteada al inicio de este documento: ¿los docentes del Nivel Medio Superior debemos prepararnos para participar en un proceso enseñanza-aprendizaje mediado por las Tecnologías de la Información y la Comunicación? La respuesta sin lugar a dudas es Sí. Considero que la reflexión no debe quedar en el plano de si estamos o queremos, en realidad en un deber que como docentes debemos asumir de manera responsable y profesional, no olvidemos que en nuestras manos se encuentran, por lo menos en breves momentos, los profesionistas que en un futuro cercano decidirán el cauce de los eventos sociales, científicos y tecnológicos que directa o indirectamente dibujarán la historia colectiva de nuestro planeta, un planeta que cambia casi a cada instante.


REFERENCIAS:

(1) Ramírez Rubio, Beatriz (2008). La identidad profesional desde la profesión y profesionalización de los docentes de educación media superior. En http://www.ujat.mx/publicaciones/perspectivas/Perspectivas-36B.pdf
[consulta enero 20, 2009].
(2) Foro suizo de política internacional realizado en Ginebra, Suiza, el 4 de mayo de 2000 en http://www.ibe.unesco.org/fileadmin/user_upload/archive/publications/Innovation/inno104s.pdf
[consulta enero 20, 2009]
(3) Valenzuela Molina, Juan Antonio (2007). Elaboración de recursos TIC para tecnología. En http://www.cepgranada.org/~jmedina/articulos/n7_07/n7_07_161.pdf
[consulta enero 20,2009]