martes, 19 de mayo de 2009

Aprender a buscar y seleccionar en Internet




La lectura de Monereo me ha llevado a dos reflexiones importantes que, en el marco de mi actividad docente, toman gran importancia: primero a mis estudiantes no les tengo que enseñar biología, les tengo que enseñar a que aprendan biología, es decir a aprender a aprender; y segundo debo diseñar estrategias de enseñanza tales que me permitan disminuir los riesgos y peligros a los que se enfrentan mis estudiantes cuando realizan una búsqueda de internet.

Sobre la primera reflexión, la propuesta educativa en la que he laborado los últimos años me ha permitido moverme en un ambiente en el que prevalece la formación por competencias, ésto me obliga a cambiar mi visión de educadora directiva a facilitadora del conocimiento. Siendo congruente con lo anterior en mi aula de clase, virtual o presencial, la participación de mis estudiantes es muy activa: ellos investigan, organizan, seleccionan fuentes, exponen, discuten, convencen, consensuan, aprenden y por tanto, utilizan los nuevos conocimientos en la vida diaria. Lo anterior sitúa a mis estudiantes en una dinámica que fomenta su actuar de manera crítica.

Hay que rescatar esta actitud crítica en la indagación de temática en Internet. Quisiera compartir una estrategia que utilizó para orientar a mis estudiantes en sus investigaciones: …al buscar información en la red de redes los estudiantes se encuentran con una gran cantidad de documentos que puede o no ser confiables, para ayudarles a decidir sobre la confiabilidad de la información, los invito a que lean un poco sobre la fuente que están consultando. Es decir, si encuentran un artículo publicado por la OEI (a mí me queda claro que es una fuente sumamente confiable) les sugiero que primero investiguen qué es la “OEI”. El resultado de su búsqueda les da elementos para tomar la decisión de si la información publicada por esta organización la toman o no en cuenta. Como puede verse yo no les indico que “sí” o que “no” tomar en cuenta, más bien los obligo a cuestionar la seriedad de la fuente. Esto seguramente será muy cercano a enseñarles a pescar en lugar de darles peces.

Con el tiempo los estudiantes distinguen entre fuentes confiables y las que no lo son, muchos de ellos guardan las direcciones en la opción de Favoritos y posteriormente inician su búsqueda en páginas ya probadas en credibilidad.

Monereo, C. (Coord.) (2005) Internet y competencias básicas. México: Secretaría de Educación Pública